Desde El Salvador hasta España
He cruzado medio mundo para venir y estudiar mi doctorado. Pamplona, en España ha sido mi lugar de destino. Debo decir que Navarra y yo tenemos historia desde el 2017 que nos conocimos en una movilidad doctoral cuando hice un primer intento, fallido por cierto, de tener mi doctorado.
Navarra era bella, aunque recelosa como yo. Ambas nos miramos con cierta duda, pero agradadas. Yo le gustaba y el sentimiento era mutuo, nos dimos un tiempo prudencial para conocernos y puedo decir que, tardo un poco en abrirse conmigo, pues debía ganarme su confianza. Una vez superada esa fase ha sido cariño, amor, pasión y una gana de seguir juntas que me hace regresar cada vez que me es posible.
Algo tengo yo con Pamplona, siempre termino volviendo, incluso cuando pienso que será la última vez que nos veamos, hay un sentimiento que me hace extrañarla y volver. Ahora ya no son solo temas académicos del doctorado, no es solo contar con la bendición de tener una directora brillante, como Maider Pérez de Villareal, es contar con verdaderos amigos y amigas que son la familia yo elegí y a la que amo profundamente...
Mi idilio con Pamplona puede resumirse en esta frase:
"Nunca podré hacer yo más de lo que Pamplona ha hecho por mí”. Ernest Hemingway, 1953
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